Anido. Me aquieto en el hueco, en la textura del barro. Huelo la voz de la tierra. Soy rama en un relieve de plumas. Anido en esa oscuridad silente en el canto que flota dentro de mí. Asomo mis ojos. Afuera ya no llueve. Camino en el semicírculo que me completa. Anido y fecundo el futuro. Suelto palabras de gratitud. Como un trino que une. Como el comienzo de un vuelo en la ramificación de mi memoria.