Me desprendo de los fragmentos de las partes que me constituyen. Las palabras se sueltan se vuelven livianas en el vuelo. Flotan en el aire. Viajan. El espacio las separa de mí. Hay una distancia. Somos unidad en esa partición. Las veo alejarse. Son un punto apenas visible. Una ausencia presente en mi vacío. Caen. Las siento caer, desparramarse en la tierra seca. Romperse para liberar la semilla para perpetuarla. Soy la parte que falta el fragmento que crece en el suelo distante. La pieza necesaria en el ciclo. Siembro. Multiplico las palabras en el texto del campo. Y renazco.